A todos los que durante estos años habéis conseguido
que realice mi trabajo con satisfacción y alegría.
Me llevo grandes recuerdos y lecciones de vida.
No puedo enumeraros a todos, pero sabed que guardaré en el corazón
vuestro cariño y agradecimiento: las sonrisas de los niños, las miradas unas veces
agradecidas, otras cansadas, pero siempre llenas de ternura;
las historias, canciones, refranes de los mayores, y la simpatía
agradecidas, otras cansadas, pero siempre llenas de ternura;
las historias, canciones, refranes de los mayores, y la simpatía
general con la que me habéis acogido.
Ha sido un placer colaborar con el resto del equipo
para poder ayudaros, en la medida de mis posibilidades.
Os dejo en buenas manos, con Elena, que os atenderá
con la misma eficacia e ilusión, y en breve con la misma confianza.
A mis compañeros, un millón de gracias por vuestra paciencia;
me habéis enseñado mucho y bien. Agradezco enormemente
vuestra humildad y compañerismo.
Habéis estado ahí en los buenos y malos momentos.
Muchos de vosotros, actuales y pasados, os habéis convertido en amigos,
que como se suele decir, es la familia que uno elige.
Por todo ello, esto no es un adiós, sino un hasta luego...
¡Mis mejores deseos y mucha SALUD para todos!
Un fuerte abrazo,
A mis compañeros, un millón de gracias por vuestra paciencia;
me habéis enseñado mucho y bien. Agradezco enormemente
vuestra humildad y compañerismo.
Habéis estado ahí en los buenos y malos momentos.
Muchos de vosotros, actuales y pasados, os habéis convertido en amigos,
que como se suele decir, es la familia que uno elige.
Por todo ello, esto no es un adiós, sino un hasta luego...
¡Mis mejores deseos y mucha SALUD para todos!
Un fuerte abrazo,
María José
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