- AIDA trabaja desde el año 2000 para luchar contra esta enfermedad cerebrovascular y ayudar a las personas que han sufrido un ictus y a sus familias.
- El principal factor para mejorar el pronóstico del ictus es llegar al hospital cuanto antes.
El
ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en
hombres. Es una enfermedad que afecta, generalmente, a personas
mayores de 50 años, por lo que, dado el progresivo
envejecimiento de nuestra sociedad, esta enfermedad cerebrovascular
supone un grave problema de salud pública. Hoy, es la primera
causa de discapacidad y la segunda causa de demencia, tras la
enfermedad de Alzheimer.
Cada
6 minutos se produce en España un ictus y cada 15 un fallecimiento
por esta causa. En España se producen, cada año, alrededor de
100.000 casos nuevos de ictus. En Aragón es la primera causa
de muerte y discapacidad. Se producen unos 3000 ictus al año,
alrededor del 20% de los cuales fallece en los primeros meses y hay
un 50% con algún grado de incapacidad. Es también una de las
primeras causas de ingreso en residencias asistidas, conlleva un
porcentaje elevado de las consultas y más del 50% de los ingresos en
los Servicios de Neurología.
La
atención al ictus empieza desde la prevención y desde el control de
los factores de riesgo. Hábitos poco saludables como el tabaco, la cocaína, el
alcohol o el sedentarismo se asocian al ictus. También se
deben tener en cuenta factores de riesgo relacionados con las
enfermedades del corazón como la hipertensión, diabetes,
colesterol, obesidad o cardiopatía isquémica, que representan un
riesgo para el ictus.
Pero personas sin ninguno de estos factores
puede tener un ictus por otras causas, una arritmia, una enfermedad
hematológica, una enfermedad infecciosa o inmunitaria. “El Ictus
puede aparecer sin ningún aviso y ser la primera de las
manifestaciones de alguno de los problemas señalados", de
ahí la importancia de conocer las formas de manifestarse un Ictus,
porque reconociendo los síntomas va a ser posible que se pongan en
marcha las medidas para tratarlo. Además, “es importante que las
personas que han tenido un ictus conozcan los factores de riesgo que
tienen para poder controlarlos”, recordó el neurólogo del
Hospital Clínico.
Coordinación asistencial – Código Ictus
En
Aragón, la puesta en marcha del programa Código Ictus ha
logrado que la mortalidad por esta patología haya descendido un 28%
en los últimos cinco años, según explicó el doctor Javier Marta,
coordinador de la Unidad de Ictus del Hospital Miguel Servet y actual
coordinador del Grupo de Seguimiento del Programa de Atención al
Ictus en Aragón (PAIA), quien ha expuesto los diferentes eslabones
de la cadena asistencial.
Por ello, es de suma importancia difundir los signos de
alarma, aquellos que deben llevar a solicitar ayuda urgente,
preferiblemente a través del 061: debilidad de un lado de la
cara (se le torció la cara), debilidad brusca de un
brazo o una pierna (se le caen las cosas, se
cae), alteración del habla (cambia las palabras,
las dice mal o no se le entiende) o pérdida brusca de visión
en un ojo o en ambos.
Los
neurólogos hablan de que el “tiempo es cerebro” para recalcar la
importancia de llegar al hospital cuanto antes, ya que los
tratamientos solo son efectivos en las primeras cuatro horas. Cuando
se activa el Código Ictus, se pone en marcha el 061, avisa al
hospital más cercano para que se prepare, los modernos tratamientos pueden romper
(fibrinolisis) o extraer el trombo (trombectomía) y cómo los
hospitales se coordinan entre sí para poder realizarlo mediante
internet y videoconferencia.
La vuelta a casa y la rehabilitación
La
rehabilitación del paciente que ha sufrido un ictus debe incluir el
aporte al paciente y a sus familiares de los conocimientos y las
habilidades para identificar y afrontar las repercusiones de la
enfermedad sobre la vida diaria.
El
objetivo de la rehabilitación es disminuir al máximo los déficits
o discapacidades experimentadas por el paciente que ha sufrido un
ictus, así como facilitar su reintegración social. Es
importante hacer comprender que no vamos a conseguir una recuperación
ad integrum. Debemos ayudar al paciente a adaptarse a sus déficits y
no a librarse de ellos.
Los
programas de rehabilitación deben incluir técnicas de Fisioterapia,
Terapia Ocupacional y de Logopedia, según la discapacidad que sufre
el paciente. Y será importante una buena valoración por parte del
neuropsicólogo para determinar el estado anímico y mental del
paciente y su disposición para participar y colaborar en el
tratamiento.
Fuente IACS
Extracto premios Asociación Ictus de Aragón, “Cerebro de Oro”
Fuente IACS
Extracto premios Asociación Ictus de Aragón, “Cerebro de Oro”
No hay comentarios:
Publicar un comentario